La resiliencia de la granja comienza en el ave

La resiliencia de la granja comienza en el ave: alimente para la adaptabilidad

La resiliencia agropecuaria está emergiendo como un factor clave de éxito en tiempos de gran incertidumbre. La producción animal trata con muchas incertidumbres y cambios aún en su mejor momento. Sin embargo, agregar factores como el cambio climático, la crisis de Covid 19 y los rápidos cambios en la demanda de los consumidores a la ecuación exacerba la necesidad de la capacidad de las granjas para absorber los golpes y rápidamente adaptarse al cambio para sobrevivir económicamente a largo plazo.

Resiliencia de la granja versus optimización de la granja

El pensamiento de resiliencia destaca que, a la larga, que una granja se persevere optimizando la asignación de recursos bajo condiciones conocidas no será suficiente. La resiliencia es un concepto que reconoce la imprevisibilidad y enfatiza la necesidad de permitir la adaptabilidad y la transformabilidad de los sistemas en lugar de solo optimizarlos.

Un enfoque de gestión agropecuaria basado en la resiliencia presenta sistemas que pueden absorber y acomodar eventos futuros cualquiera que sea la forma inesperada en que puedan surgir. De ello se deduce que los recursos se asignan a estrategias que permiten reducir el impacto de una amplia variedad de posibles eventos desconocidos y en la identificación de oportunidades emergentes. Sin embargo, se gastan menos recursos en mejoras en la eficiencia.

Una crisis, como el Covid 19, puede desencadenar un cambio transformador, ya que es más probable que se consideren nuevas y alternativas formas organizacionales.

Alimentando a las aves para la resiliencia

En un sistema de producción avícola, la resiliencia de las granjas también depende de qué tan bien las aves puedan hacer frente a desafíos imprevistos en su alimentación y en el medio ambiente. Esto se debe a que las aves menos resistentes tendrán mayores fluctuaciones en su rendimiento, lo que conducirá a una menor rentabilidad del alimento para las aves y a una menor probabilidad de alcanzar los objetivos de rendimiento. Dado que el alimento para las aves representa alrededor del 70% del costo total de los sistemas de producción avícolas, también significa una mayor variabilidad en las ganancias de la granja. Una menor resisliencia en las aves también puede conducir a una mayor susceptibilidad a enfermedades, lo que puede causar más pérdidas a largo plazo.

La investigación ha demostrado que ciertos suplementos alimenticios pueden desempeñar un papel en las estrategias de manejo diseñadas para reducir el impacto de los estresores en el bienestar y el rendimiento de las aves de corral. Se demostró que el activador de agilidad intestinal Anco FIT Poultry mejora la capacidad de los pollos de engorde y las gallinas ponedoras para hacer frente a los estresores en condiciones comerciales y mejorar los mecanismos de defensa endógenos de las aves para amortiguar las reacciones de estrés a nivel celular de manera más eficiente en un entorno de investigación.

Más resiliencia significa menos necesidad de antibióticos

Alimentar a las aves para que puedan adaptarse y aumentar su capacidad de recuperación también puede ayudar a reducir la necesidad de antibióticos. Minimizar las reacciones al estrés, como la integridad intestinal mermada y el estrés oxidativo, por medios nutricionales también ayuda a reducir la susceptibilidad de las aves a las enfermedades que de otro modo podrían requerir tratamientos con antibióticos o el uso de promotores de crecimiento antibiótico en el alimento.